Muchas veces nos sentimos
observados. Puede ser por la calle, en el instituto o en el trabajo o en
cualquier tipo de situación. Muchas veces puede ser solo la sensación que nos
da a nosotros, pero la verdad es que lo estamos. Dependiendo de cuántas cuentas
en redes sociales tengamos o en qué redes, estaremos más o menos expuestos a la
opinión de la gente y a la vista del resto del mundo. Esto conlleva toda una
serie de consecuencias, pero una de las peores es la falta de privacidad. Se
cuelgan a diario miles de fotos, videos y comentarios, a través de los cuales
estamos dando una serie de datos y de
información personal a los internautas de los que no somos conscientes muchas
veces.
De esto mismo se derivan muchos
casos de ciberacoso, y al tratarse de Internet, donde las cosas permanecen para
siempre, la situación se agrava. También se debe tener en cuenta la gran
cantidad de robos que tienen lugar debido a usuarios que describen con
demasiado detalle su rutina y los lugares a los que van. Esto es peligroso y
mucha gente no se da cuente de ello.
Por último, sí, nos falta
privacidad en Internet, pero hay redes sociales casi únicamente basadas en ver
y que te vean, como es el caso de InstaGram. También hay otras cuya única razón
de ser es hablar sobre nuestras propias vidas, como Ask. A lo que me refiero es
que la elección de cuánto dejamos saber a los demás es nuestra, y podemos cometer
errores, por lo que hay que reflexionar detenidamente sobre si debemos colgar
ciertas cosas en Internet.
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